viernes, 8 de agosto de 2008

NECESITAMOS "CABEZAS DE TURCOS" NECESITAMOS

NECESITAMOS "CABEZAS DE TURCOS" NECESITAMOS
* Alvaro Kröger

La pasada semana el Senador Eleuterio Fernández Huidobro, en una alocución a sus partidarios manifestó algo verdaderamente insólito. Dijo que si no se encontraban enterramientos de desaparecidos ni vestigios de tales, el gobierno iba a comenzar una "purga", tipo stalinista, en los mandos militares.



Llama la atención que un hombre con formación militar, como el Senador, o por lo menos en muchas entrevistas ha manifestado conocimientos profundos de táctica y estrategia; no se haya percatado que no se iba a encontrar nada en predios militares. Hay que ser muy inocente para pensar que si realmente hubo desaparecidos, éstos hayan sido enterrados en el fondo del cuartel.

Hasta el recluta más nuevo se daría cuenta que eso sería un error imperdonable. Si el sistema de desapariciones de prisioneros era tan sofisticado y globalizado como se quiere hacer pensar sobre la tan mentada "Operación Cóndor", los cadáveres no aparecerían nunca.

Nuestros militares de aquella época no eran tan estúpidos como para hacer una cosa así, ni tampoco tan inconcientes como los argentinos que tiraban los cuerpos al mar, pensando que no iban a aparecer nunca.

La supuesta cantidad de desaparecidos tampoco fue tan grande como para que no los cremaran en el Cementerio del Norte y sus cenizas tiradas por un inodoro, por ejemplo. No fue una reedición precisamente de un exterminio al estilo alemán donde se debían de disponer de la cremación de miles de cadáveres por día.

Hacer todo el circo, que se ha montado en torno a estos eventos, me hace sospechar que se trata de mantener una agitación social o una desviación de la atención pública de temas muchísimo más angustiantes para la inmensa mayoría de los uruguayos.

Sin desmerecer los sentimientos de los familiares de los desaparecidos y su justo sentimiento de conocer la verdad y castigar a los culpables, la sociedad entera debe recordar que se plebiscitó una ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, en la cual el pueblo se pronunció contundentemente.

Ahora se habla del art. 4º, el cual habilitaría a nuevas investigaciones. No ya "habilitaría", sino que desconociendo un mandato popular se desconoció, y nadie dijo nada en especial el estamento militar y los civiles que fueron impulsores de dicho plebiscito.

El Ejército ha colaborado de buena fe, dentro de sus límites, y no se ha encontrado nada en sus instalaciones y como no se ha encontrado nada, alguien tiene que caer.

¿Porque tienen que pagar el "pato" los actuales mandos militares? Simplemente porque son militares.

Bueno es recordar que los militares son profesionales como los médicos, arquitectos, ingenieros, abogados, etc. Recientemente un ciudadano, que no era contador, tenía puestos en la Comisión Directiva del Colegio de Contadores, no por eso vamos a pensar que todos los contadores son como él.

Los mandos militares actuales, hace 30 años eran como máximo capitanes y por lo tanto estaban bajo el estricto régimen de la cadena de mandos y justamente es a ellos los que la ley de Caducidad ampara; no actuaban en política, solamente acataban órdenes y las cumplían. Con esto no quiero decir que los actuales mandos militares estuviesen involucrados en algo.



Simplemente hay una parte de la sociedad que está convencida, por ser directamente los afectados o por convicciones políticas que hay culpables; y otra parte no cree que haya culpables y si los hubo ya no están entre nosotros. ¿Entonces para qué seguir con el mismo asunto?

Como ya lo he manifestado, el pueblo fue contundente: borrón y cuenta nueva, para los dos lados, y este es un aspecto que la izquierda oculta sagazmente: si empezamos a acusar indiscriminadamente a los mandos militares, deberemos empezar a acusar y sentar en el mismo banquillo de los acusados a varios ministros y muchos legisladores. ¿El partido de gobierno quiere eso? Porque si lo quiere, y sigue con el tema es lo que va a pasar, y sería un verdadera vergüenza que se iniciaran juicios contra militares, que no tuvieron nada que ver con los desaparecidos y junto a ellos personajes políticos de gran peso, que sí estuvieron involucrados y no niegan ni se retractan de su pasado.

Se me ha dicho que hay una gran diferencia entre los desaparecidos y la angustia de sus familiares y las víctimas de la guerrilla; esto me parece una gran falacia. Los hijos de las víctimas de la guerrilla, si bien saben dónde están enterrados sus seres queridos, no se acuerdan de ellos porque o eran niños de pecho o alguno no había nacido aún. La prueba está en el hijo de uno de los soldados muertos cuando hacían guardia frente a la casa del Comandante en Jefe del Ejército y fueron salvajemente asesinados; este muchacho le preguntó a nuestra corresponsal en España si aquí se acordaban de su padre........., sí que nos acordamos, por lo menos lo hacemos aquellos que tenemos buena memoria y no está flechada levógiramente.

O los hijos del Capitán Motto, hombres ahora, que no recuerdan a su padre más que por verlo en fotos.

Así que los sentimientos de los familiares de las víctimas de la guerrilla, no tienen los mismos derechos que los familiares de los desaparecidos y esto no lo veo justo.

Todo lo moralmente justo deriva de cuatro fuentes: la percepción plena o la deducción inteligente de lo que es cierto; la preservación de una sociedad organizada donde cada hombre reciba lo que merece y todas las obligaciones sean fielmente cumplidas; la grandeza y la fuerza de un espíritu noble e invencible; o el órden y la moderación en todo lo dicho y hecho, es decir la templanza y el dominio de uno mismo.

En vista de lo expresado, en lugar de buscar "cabezas de turcos" porque no se van a encontrar enterramientos ni huellas de los mismos, aunque gastemos muchísimo más dinero del ya gastado en arqueólogos, antropólogos, y todos los "logos" que queramos; aboquémonos a resolver los problemas inmediatos de la sociedad, salud, alimentación, seguridad, educación, trabajo digno.

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