sábado, 9 de agosto de 2008

EL FIN DE LOS IMPERIOS

EL FIN DE LOS IMPERIOS
* Alvaro Kröger


Antes que nada vamos a definir los términos que usaremos. "Imperio", del latín "imperium" lo que quiere decir "Mandato". Una definición de imperio es: "Estados sometidos a una autoridad común" y otra es: "Doctrina política que procura estrechar lazos entre la metrópoli y sus colonias".

No definimos los términos "Imperialismo" ni "Política Imperialista", según la peyorativa definición marxista-leninista ya que no coincide ni remotamente con el contexto de este artículo.

Los imperios humanos desde hace 5000 años a la fecha tienen características comunes, que los hacen fácilmente extrapolables.

El comienzo de un imperio, su nacimiento, característicamente es la total identidad entre los intereses particulares y los intereses del poder. Este hecho socio-político, hace que esos estados (en sus comienzos) tengan una vitalidad abrumadora, un comportamiento monolítico, y gracias a éstas características logran sucesos increíbles. Una vez afianzado el imperio la fuerza centrípeta de la economía hace que grandes cantidades de riquezas fluyan de la periferia al centro, formando clases sociales terriblemente definidas, y apartando lentamente los intereses particulares de los intereses del poder. El hecho de disponer de grandes cantidades de riquezas hace que el poder político entre en una etapa de lasitud, de disgregamiento de los valores morales y éticos de la sociedad y empieza a desarrollarse una sociedad totalmente diferente a la que fundó el imperio; los contactos culturales con pueblos sometidos hacen que los antiguos ciudadanos comiencen a cambiar sus creencias, puntos de vista y delegan tareas duras y peligrosas a los nuevos integrantes de las sociedades sometidas política, social y económicamente. Cuando esto ocurre comienzan a actuar las fuerzas centrífugas y empieza la decadencia del imperio.

Si nos atenemos al razonamiento de Sartre esto sería consecuencia de la condición humana, pero si nos atenemos a razonamientos sociológicos las similitudes del nacimiento, plenitud y decadencia de los imperios es una cuestión histórica.

Aquel tan manido "Quien no conoce la historia, está condenada a repetirla", con la cual nos bombardearon durante 13 años el régimen militar, no es la feliz ocurrencia de un publicista del régimen , sino un vulgar plagio a Séneca y es verdad.

Para analizar los hechos por los que estamos pasando actualmente, es conveniente estudiar la historia de los imperios hasta el día de hoy.

La bipolaridad política soviético-norteamericana durante unos 50 años (año más, año menos), tuvo como consecuencia que cualquiera de nosotros estuviese seguro de dónde residía el poder. A pesar del peligro de una confrontación termonuclear, hecho que ambos imperios estaban seguros de no hacer, sino que eran simplemente demostraciones de poder, la humanidad estaba bastante tranquila. Existían las zonas de influencias americanas y las zonas de influencia soviéticas, por regla general, trataban de no interferir mucho unas con otras, pero había puntos de fricción bien definidos.

El imperio soviético implotó gracias al mantenimiento de una extraordinaria maquinaria bélica, al mantenimiento de guerras extra territoriales, y subvenciones a países como Cuba y Angola, en detrimento del suministro de elementos básicos de vida a su pueblo. Llegó un punto en que la sociedad soviética no pudo más y el imperio cayó; trajo como consecuencia un desequilibrio de fuerzas, que desorientó a USA. Esta se vio en pocos meses de ser una muralla contra el imperio soviético a ser la policía del mundo. Esta transformación no cayó bien en círculos académicos y militares americanos, pero sí lo hizo en los círculos políticos ya que ese hecho demostraba que las políticas seguidas por Estados Unidos desde 1945 daban sus resultados; caros?.....muy caros, pero al final efectivos.

Aquellos círculos académicos y militares americanos a los que no gustaron los hechos de la implosión del imperio soviético, no es que fuesen simpatizantes de éstos; sino que se dieron cuenta que al transformarse la bipolaridad en polaridad a cargo de USA, ésta debía asumir todas las responsabilidades.

La decadencia del imperio americano comenzó el día en que se puso en Plan Marshall de ayuda a la Europa desvastada. Comenzaron a aparecer déficits presupuestales, que en aquel momento eran manejables. Estalló la guerra de Corea y Estados Unidos ( en realidad la ONU), luego de tres años de una guerra desgastante para ambas partes se llega a una acuerdo de cese el fuego, que está aún vigente; es decir que formalmente la guerra de Corea aún no finalizó.

Después de esto, y frente a un pedido francés de ayuda, los americanos se embarcan en una guerra en el sudeste asiático; al poco tiempo de empezar a mandar a asesores militares americanos a Vietnam, los franceses se toman el buque y les dejan ese sapo para que los inocentones americanos se lo traguen. Esta guerra fue la derrota más vergonzosa que ha tenido Estados Unidos en toda su historia.

El momento en que se termina la guerra de Vietnam los déficits acumulados ya eran bastante inmanejables, lo que acarrea una retracción de la economía, ayudada por la crisis del petróleo de principios de la década del '70.

Los políticos americanos se dan cuenta que no se puede confiar en un ejército de conscriptos, al contrario de aquellos primeros ciudadanos-soldados de la época de la Independencia y comienzan a formar un ejército de voluntarios muy bien pagos; pero que en la jerga histórica se llaman mercenarios.

Estados Unidos que hasta 1917, no mostró mayor interés más que en alguna conquista estratégica fuera de fronteras (guerra USA-España por Cuba), las Filipinas y alguna isla del Pacífico sur para fundar bases y apostaderos navales; era un conquistador nato dentro de fronteras desde 1776.

El cambio de mentalidad de la Doctrina Monroe a la Doctrina de Teddy Roosevelt, impulsó a USA a ver al mundo como campo de caza y conquista. Pero debemos tener en cuenta que los titulares del Poder Ejecutivo americano hasta Kennedy fueron hombres carismáticos, conocedores de los vericuetos del poder y conocedores también de la historia.

Luego de JFK, los americanos no fueron muy felices eligiendo Presidentes; siempre fueron hombre de doble faz, llevado al poder por grandes grupos de presión e integrante de los mismos. Al trasformarse las fuerzas armadas en profesionales, el poder político no tenía el deber, o por lo menos la delicadeza de consultar a la opinión pública del uso de aquellas; aunque fuese el pueblo americano el que pagara al fin de cuentas las guerras.

Actualmente el manejo de los déficits americanos es terriblemente engorroso, nadie sabe a ciencia cierta a cuanto ascienden (no creo que lo sepa ni Greenspan), pero lo cierto es que son monumentales. Mientras la economía americana se base en el consumo interno, las exportaciones, su poderío y presencia militar en casi todo el mundo; el dólar podrá fluctuar pero no caer. El problema es que implote la economía americana, que no implica el desmembramiento del país, pero sí el retraimiento militar hacia la metrópoli, lo que inevitablemente dejará un vacío de poder. Este vacío de poder se intentará cubrir con otras economías, para tratar de equilibrar el descalabro, pero de la docena, más o menos, de potencias que podrían hacerlo, si uno vuelve a la historia, los candidatos más lógicos son sólo tres: Gran Bretaña, por su interés de volver a tener un imperio, y desde mi punto de vista el país que mejor a manejado el tema de la colonización y descolonización; Francia, que aspira a volver a ser el faro cultural del mundo y Alemania gracias a que recientemente se le ha despertado el hambre prusiana por las conquistas, desde que Alemania del Este se incorporó a ella y a pesar que le cuesta un Potosí.

No creo que veamos este cambio del esquema económico mundial en un futuro muy cercano, pero los síntomas están a la vista.

Con respecto a lo que debe hacer Latinoamérica es principalmente sacudirse la modorra colonial que es endémica por esos lares. Luego cambiar, eliminar, sustituir esos bloques económico/políticos, como el Mercosur, el Pacto Andino, etc., y dedicarse cada uno a su nicho económico particular. Creo que ésta será, al final de todo, la política imperante......cada uno a lo suyo y no tratar de aglomerar países que no tienen el más mínimo denominador común.

Es decir, olvidarse de que es posible formar un imperio, pero no olvidarse que un imperio por imperativos históricos termina siempre derrumbándose, junto a él las consecuencias pueden se muy graves para casi todo el mundo.

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