viernes, 8 de agosto de 2008

LA PAX ROMANA

LA PAX ROMANA
* Alvaro Kröger


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La historia siempre nos trae ejemplos que extrapolados a nuestros días son muy interesantes.

Cuando la revolución del tracio Espartaco, se sumaron a él unos 70000 hombres y se hicieron fuertes en las estribaciones del Vesubio.

Roma mandó legión tras legión para controlar la situación que se estaba haciendo casi insostenible, pero los legados romanos al mando de las legiones no estaban muy motivados en eliminar el problema.

En esos momentos había dos líderes natos que podían hacer el trabajo. Pompeyo que estaba en España tardaría algún tiempo en volver. Hombre tímido, nacido en un campamento romano , de buena familia, era adorado por sus soldados, ya que compartía todo con ellos: la comida, el frío , el calor, dormía junto a sus hombres.

El otro era Craso. Hombre totalmente diferente, pero con un interés personal en el control de la situación. Era inmensamente rico gracias al tráfico de esclavos, y un acto de esta envergadura le hacía muy mal a sus negocios.

El Senado Romano le entregó la tarea de liquidar el asunto fuese como fuese. Craso alistó a 4 legiones entrenadas por el general Mario (caído en desgracia) y marchó al Vesubio. En pocos días la revolución fue controlada; Espartaco murió en el combate y Craso hizo crucificar a 6000 insurrectos en la Vía Apia, para escarmiento. Persiguió a los que lograron eludir el cerco romano, que iban hacia el norte, pero desde el norte venía Pompeyo......el fin de la historia es conocida por todos.

Roma siempre tuvo líderes hasta el siglo IV d.c., y si no aparecían en el momento justo aparecían a la semana. Caso de Julio César, que cuando los galos se pusieron muy pesados los romanizó a prepo; o el caso del Emperador Tito, que cuando los judíos armaron demasiados problemas, le prendió fuego a Jerusalem.

Me dirán que eran unos tipos brutales; sí lo eran, pero sabían perfectamente lo que querían, y lo que querían era la Pax Romana. Esta Pax aseguraba la prosperidad de Roma, y a los romanos poco le importaba si para ello había que cortar algunos miles de cabezas. También es justo decirlo que a Roma le importaba la prosperidad de sus provincias, ya que con provincias pobres no habría prosperidad para ella.

De esta forma Roma se ocupó de mantener la paz y fomentar la industria y el comercio en todo su imperio.

Y empezó a decaer el Imperio cuando Roma comenzó a ocuparse solamente de sí misma y sus particulares problemas, dejando de lado a sus provincias.

En éstos días vemos problemas similares a los del comienzo de la decadencia romana. Se ha realizado una Cumbre de Presidentes Americanos que ha sido un total fracaso, menos para el Uruguay, que logró firmar el acuerdo comercial con USA y empezar a despegarse del circo llamado Mercosur.

Estados Unidos, por su parte, tiene un interés muy concreto: tener un aliado de confianza en Latinoamérica, y ese aliado es Brasil. Lo que no se haya podido acordar en Mar del Plata se está acordando en estos momentos en Brasilia.

Los brasileros son tan imperialistas como los romanos; Itamaratí si no logra lo que quiere por las buenas lo logra por las malas; y a los brasileros no se les mueve un pelo.

Es un vecino peligroso, pero por suerte los brasileros le tienen a Uruguay cierta simpatía: somos como el hermanito menor, nos hacen las chanchadas que quieren, protestamos y ellos dicen:
-¡¡No te preocupes !! está todo bien!!!
Y nosotros le creemos.

La Cumbre, si no hubiesen ocurridos los desmanes que ocurrieron, hubiese sido un mal chiste; nadie se puso de acuerdo en algo (aparte del Dr. Vázquez y la firma del tratado de comercio).

Kitchner quiso, con la habitual arrogancia de los políticos argentinos, imponer a Bush la ayuda americana frente al FMI; Bush será un tarado (según quien lo catalogue) pero no mastica vidrio.......

En suma se gastó una montaña de plata al santo botón.

Y el tema de los desmanes ya casi no es noticia. Siempre que hay una cumbre hay relajo.
Si la cumbre fuese para discutir el sexo de los ángeles seguramente, habría tipos rompiendo todo y sosteniendo que los ángeles son hombres, o mujeres o no tienen sexo.

Pero el tema no es ese, el tema es tener un rato de cámara para que las noticias recorran el mundo.

El tema es, tal vez, muchísimo más profundo de lo que nos imaginamos.

Desde mi punto de vista el tema es que ya no hay verdaderos líderes. No estoy refiriéndome a líderes como el mono bananero de Chávez, que fue el que tuvo más cámara; sino a verdaderos líderes. Hombres que desde su estatura ética y moral marquen un camino, hombres a los que sea importante emular; hombres que según Kiplig, tengan el valor de afrontar los 60 segundos del minuto final.

Roma tuvo cientos de esos hombres, ¿por qué Occidente no puede tenerlos?

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