viernes, 8 de agosto de 2008

La "Nueva Izquierda" y los militares

La "Nueva Izquierda" y los militares
* Alvaro Kröger


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Estamos viendo y viviendo un proceso de características poco usuales. La nueva izquierda que ha llegado al poder de forma democrática en toda Latinoamérica, ha comenzado a realizar una política de ideologización de las Fuerzas Armadas.

Las Fuerzas Armadas son entidades particulares dentro del Estado: su función es la defensa del territorio y su población frente al ataque de fuerzas externas. No deben ser politizadas, no deben ser instrumento del Poder para realizar sus fines.

Si bien las Fuerzas Armadas deben estar subordinadas al Poder Civil, esto no quiere decir que el Poder Civil se valga de las Fuerzas Armadas. Y este es el caso que estamos viendo: comenzó en Venezuela, con la llegada del mono bananero, miembro él mismo de las Fuerzas Armadas, pero traidor a las mismas. Luego el Pingüino Cocinero se dá le lujo de insultar públicamente a los altos mandos, y éstos acatan, no dicen nada, no levantan una sola voz.

En Uruguay, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, General Berttolotti acepta su sustitución diciendo que se va, pero que tiene muchas cosas que decir, pero que no las va a decir.

Los ministerios de Defensa, al menos en Uruguay y Argentina están en manos de mujeres. No quiere decir esto que ellas no sean capaces de realizar la tarea, pero ambas Ministras tienen un pasado guerrillero, podrán saber cómo disparar un fusil, lanzar una granada, o manejar explosivos; pero seguramente no tienen la más pálida idea de cómo se deben manejar las Fuerzas Armadas.

Éstas son instituciones particularmente complejas, por su composición, su estructura, su particular forma de funcionamiento; y al frente de las mismas debe haber hombres o mujeres que sepan perfectamente cómo hacerlo. No es denigrando a la oficialidad que se manejan las FFAA, no es quitándole combustible o municiones, o estorbando en el Senado el permiso o no para integrar las operaciones Unitas; porque seguramente muy pocos saben lo que son las operaciones Unitas. Son operaciones dónde se ponen a punto tácticas y estrategias de defensa regional. ¡¡Pero intervienen buques americanos!!.....¿y quién nos va a defender si nos atacan, si no son los americanos?.

Como siempre digo: quien no recuerda historia está condenado a repetirla. Durante la revolución soviética, Trosky organizó el Ejército Rojo y politizó a la oficialidad de tal forma que dicho ejército quedó casi inoperante, y gracias a esa politización se cometieron errores y horrores inimaginables.


Luego vino Stalin, y mandó a matar a todos los oficiales, politizados o no y esto le costó casi la Madre Rusia.....si no es por el General Invierno que liquidó el 6º Ejército alemán en Stalingrado, la Historia hubiese sido muy diferente.

Asi es que lo sano es mantener fuera del panorama político a las FFAA, no tocar sus planes de estudios, no tocar sus organigramas, no pasar a retiro oficiales porque no piensen igual que el Poder Civil ya que como cualquier ciudadano de la República tienen todo el derecho a pensar como les guste, no desconocer el sistema de ascensos "por derecha".

No mantener una política coherente con respecto a las FFAA através del tiempo implica un error estratégico imperdonable. Los hombres se acostumbran a sus oficiales, les van teniendo confianza poco a poco, y a su vez los oficiales van tomando confianza con el mando y si no hay una íntima confianza entre los hombres que están defendiendo la patria sobreviene la derrota. Esta confianza no se forma de un día para otro; tarda meses o años en formarse, pero en el momento en que se hace necesario confiar en el que uno tiene a su lado sólo se logra si esos hombres saben perfectamente cómo va a reaccionar el otro.

Ya tenemos la experiencia de militares que se metieron de políticos, y así nos fue. No cometamos el error inverso: políticos metidos de militares. Los militares entienden a los militares de la misma forma que los políticos entienden a los políticos, entonces no mezclemos la majada.


Lo que me asombra y a la vez me entristece es la falta de valentía de algunos mandos de nuestras FFAA: el Poder Civil los amenazó con castigos cuasi divinos si no aparecían los tan meneados huesos, y al fin aparecieron. Personalmente estoy seguro que corresponden a cualquier persona, pero hasta que no haya una prueba irrefutable de ADN no voy a cambiar de idea.


Además los uruguayos plebiscitamos una ley de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, que fue para ambos bandos; lo hicimos salomónicamente: borrón y cuenta nueva. No empecemos, ahora, a mover todo de nuevo. No es sano para ningún sector.


Creo que los familiares de los desaparecidos tienen todo el derecho de saber el destino de sus seres queridos; pero en su misma situación hay miles de familias por todo el mundo que tienen desaparecidos y no arman escándalo. No quiero pensar que todo esto es un circo para tapar otras cosas; hecho por demás común en política.

¿Dónde quedaron aquellos hombres como el General Medina?. Hombre clave en la transición, con una valentía y un coraje encomiables. ¿Ya sólo existen militares sumisos? ¿Dónde quedó el espíritu de cuerpo? ¿Dónde quedaron los Comandantes en Jefe que asumen personalmente la responsabilidad por los actos de sus hombres, ya que son en definitiva los verdaderos responsables? ¿Dónde quedó aquel espíritu de sacrificio que impulsa a los soldados a arriesgar su vida por salvar a un camarada?


¿Es que estamos formando hombres que sólo sepan llevar un uniforme, o queremos hombres que en supremo momento sepan comportarse como verdaderos soldados?


Un verdadero soldado, es apolítico, cumple con sus órdenes y trata de volver con la menor cantidad de agujeros en el pellejo. Lo peor que le puede pasar a un soldado es meterse en política. Para eso hay soldados que se especializan en los contactos con el Poder Civil.

Dejemos a los soldados hacer su trabajo, no nos metamos en dónde no sabemos qué hacer; a un general no se le ocurriría meterse en un quirófano.

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