viernes, 29 de junio de 2007

Una madrassa se instala en Brooklin

UNA MADRASSA SE INSTALA EN BROOKLYN
Daniel Pipes

En septiembre próximo, una escuela secundaria pública en lengua árabe debería abrir sus puertas a Brooklyn. El Departamento de la ensenanza pública de Nueva York explica que el Khalil Gibran Internacional Academy ofrecerá, desde 6º al año de escolaridad, un "programa de enseñanza multicultural y una instrucción intensiva de la lengua árabe".
Eso parece ser una excelente idea, ya que Nueva York y el propio país necesitan gente cuyo árabe es la lengua materna. Tienen un papel que jugar en el ejército, la diplomacia, la información, los tribunales, los medios de comunicación, las universidades y en numerosas otras instituciones. Y enterarse de las lenguas a la joven gente es una manera ideal de favorecer el multilingüismo. Yo que he pasado años aprendiendo árabe, estoy en principio entusiasta delante de este proyecto de enseñanza, una de las primeras de este tipo en los Estados Unidos. En la práctica, no obstante, me opongo firmemente al KGIA y preveo que este establecimiento vaya a causar serios problemas. Digo eso porque la instrucción de la lengua árabe está cargada inevitablemente de elementos panarabes e islamistas. Algunos ejemplos:
Franck Salameh enseñó al árabe en la más prestigiosa escuela de lengua americana, el Middlebury Órgano Colege, en Vermont. En un artículo redactado para el Middle East Quarterly, constata que "los estudiantes en absoluto dejan a Middlebury con un mejor árabe, pero guardan también un adoctrinamiento de un enfoque nacionalismo árabe tendencioso de la historia Oriente Medio." Con ayuda de lecciones adaptadas y ejercicios de gramática cuidadosamente preparados, los profesores de Middlebury inculcan la idea que la identidad árabe es superior a las identidades locales que el respeto para las minorías étnicas y las comunidades religiosas traicionan el arabismo."" Para un ejemplo de estos ejercicios gramaticales, ver el manual de aprendizaje del árabe apenas salido de prensa, Contemporary Arabic: Conversaciones with Nativo Oradores (el árabe contemporáneo bajo la lupa: conversaciones con personas de lengua árabe. Yale University Press) firmado por Shukri B. Abed. Uno de sus capítulos se titula "La cuestión palestina". Su contenido intensamente politizado sería increíble en un libro de conversaciones francesas o españolas.
La dimensión islamista me preocupa también. Una organización que promueve la instrucción del árabe, el "Arabic Language Institute Foundation", afirma que el conocimiento de la lengua consagrada del Islam puede ayudar al Occidente a curar de lo que su responsable, Akhtar H. Emon, llama su "degradación moral". En otros términos, los musulmanes tienden a considerar el aprendizaje del árabe por los no musulmanes como un paso hacia una posible conversión al Islam, una espera que encontré estudiando al árabe en El Cairo en los años setenta. Del mismo modo, el simple hecho de aprender árabe favorece las perspectivas islámicas, como lo mostró James Coffman en 1995, sobre la base de datos argelinos. Al comparar estudiantes según la lengua - francesa o árabe - de su enseñanza, constató que "los estudiantes arabizados demuestran un apoyo sensiblemente más señalado en favor del movimiento islamista y son mucho más que desconfía hacia el Occidente." Coffman destaca que los estudiantes arabizados creen más de buen grado en "la infiltración en Argelia de espías israelíes portadoras del virus del SIDA, (...) la conversión en masa de millones de Americanos al Islam" y otras absurdidades islamistas
Detalles sobre el KGIA, como la lista de sus patrocinadores e hinchas, confirman estas aprehensiones. La personalidad central de la escuela, la directora Dhabah ("Debbie") Almontaser, alimenta ideas extremistas, como William A. Mayer y Beila Rabinowitz lo mostró sobre PipeLineNews.org. Almontaser dice que los árabes, o los musulmanes, son inocentes de las atrocidades del 11 de septiembre de 2001: "no reconozco a la gente que cometió los atentados como árabes o musulmanes." Rechaza la responsabilidad de los atentados sobre la política exterior de Washington, afirmando que "pueden haber sido desencadenado por la manera de los Estados Unidos de romper sus promesas con países del mundo entero, en particular, en Oriente Medio, y por el hecho de que no fueron un mediador honesto". En una reunión con el Jefe de División de los Servicios de policía de Nueva York (NYPD), acusó al NYPD hacer uso de "táctica del FBI" consistente que deben utilizarse informadores para prevenir un atentado de bomba en una estación de metro, lo que tendría por consecuencia de polarizar la comunidad musulmana. Para Almontaser, parece que la prevención del terrorismo cuenta menos que de aliviar las sensibilidades de los musulmanes. Trata a George W. Bush de "pesadilla" que "intenta destruir los Estados Unidos".
En 2005, como para recompensar esta actitud, el Council American-Islamic Relaciones (Consejo de las relaciones islámicas américano), una organización financiada desde el extranjero, otorgó un título honorario a Almontaser para sus "numerosas contribuciones" a la protección de las libertades civiles. Sus proyectos para el KGIA son alarmantes. Un reportaje de Associated Press cita sus declaraciones según las cuales "la escuela no dudará en abordar temas sensibles como el colonialismo y la crisis israelopalestina" y destaca que el establecimiento "incorporará la lengua árabe y la cultura islámica". ¿La cultura islámica? Lejos cumplir los objetivos elogiados, el verdadero programa de la escuela va muy probablemente extender el panarabismo y el antisionismo, hacer proselitismo para el Islam y a promover simpatías islamistas.

Traducción: Nicolai Nicolaievich Romanov

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