domingo, 18 de noviembre de 2007

No hay madrasa en Nueva York!

No hay madrasa en Nueva York!
Daniel Pipes

Al dimitir de su puesto de directora de la Khalil Gibran Internacional Academy (KGIA), Dhabah ("Debbie") Almontaser ponía un punto supuestamente final a una notable campaña ciudadana que criticaba el establecimiento en Nueva York de la academia. Pero la lucha continua. La próxima etapa consiste en hacer suprimir la propia a escuela.
Los cinco meses de esfuerzos que se destinaron a la renuncia de Almontaser comenzaron en marzo con varios análisis ( uno de un subordinado suyo) que indican los problemas políticos y religiosos inherentes a una escuela árabe. En junio, un grupo de residentes de Nueva York se juntaron con expertos para crear el "Stop the Madrassa Coalición" con el fin de impedir a una islamista declarada dirigir a una escuela financiada por fondos públicos. La coalición, formada por 150 personas, llevó a cabo investigaciones, asistido a manifestaciones, cubierto con cartas a las autoridades públicas (en particular, el alcalde Michael Bloomberg y el responsable de las escuelas Joel Klein), reportajes de periodistas e intervenciones en radio y sobre todo en las cadenas de televisión nacional. Las oportunidades parecían extremadamente escasas, sobre todo teniendo en cuenta que los medios de comunicación de la ciudad apoyaban claramente la apertura del KGIA, con Almontaser a su cabeza, y denunciaban sus críticas.

A de principios agosto, los esfuerzos perseverantes de la coalición terminaron por desembocar en las circunstancias que iban a implicar la salida de Almontaser. Pamela Hall, una de sus líderes, fotografió t-shirts llevando la inscripción "Intifada NYC" y vendidos por la organización, "Arab Women Active in Art and Media" (Mujeres árabes activas en las artes y los medios de comunicación) que comparte oficinas en Brooklyn con el "Saba Association of American Yemenis" (Asociación Saba de los Yemenitas americanos). Ahora bien, se sabe que Almontaser es miembro del comité director y portavoz de la Asociación Saba. Ciertamente, esta llamada a un levantamiento de estilo palestino en Nueva York sólo tenía un vínculo extremadamente tenue con Almontaser. Habría podido atenerse al silencio que mantenía desde meses, tomando ventaja. Pero la directora del KGIA tiende también a pronunciarse sobre temas políticos y no pudo, parece, resistir a la tentación de defender las t-shirts, declarando que el término intifada
significa basicamente "sacudida, quitarse de". Es la raíz de este término en sentido en árabe, el problema.Se comprende que revista una connotación negativa debida al levantamiento en zonas israelopalestinas. No creo que tenga la menor intención de causar este tipo de violencia en Nueva York . Pienso que es una ocasión para las jóvenes mujeres de expresar su participación en la vida de Nueva York (...) y de deshacerse de la opresión.
Esta pequeña apología gratuita del terrorismo suicida destruyó el resultado de varios meses de silencio y varios años de trabajo de Almontaser, suscitando editoriales singulares y denuncias amargas de políticos. La reacción quizá más devastadora fue la carta severa de Randi Weingarten, Presidente del United Federación of Teachers (Unión de los profesores), que apoyaba a Almontaser . Almontaser depositó una carta de dimisión amarga cuatro días apenas después de la publicación de su declaración de apología para el intifada. "Permanezco convencida del éxito del Khalil Gibran Internacional Academy", declaró al canciller Klein tras la dimisión de Almontaser. Muy bien, pero la perspectiva de la apertura del KGIA el 4 de septiembre de 2007 sigue siendo dudosa. Consideremos la lista de sus problemas: la escuela no tiene director, sólo tiene cinco profesores y su número de alumnos es 25% inferior a nivel requerido. Además, debe enfrentar la oposición declarada de políticos como los miembros de la Asamblea Dov Hikind y es extremadamente impopular; un sondeo no científico de América Online a 180.000 suscriptores sugiere que los cuatro quintos del público se oponen a la escuela.
Si la salida de Almontaser es muy positiva, no cambia nada con el resto del personal problemático de la escuela y responde menos aún respecto a las cuestiones fundamentales planteadas por una escuela que prodiga una enseñanza en lengua árabe , tendencia a proponer contenidos islamistas y arabistes, más proselitismo. Para repetir mi valoración de marzo pasado, el KGIA es en principio una excelente idea, ya que los Estados Unidos necesitan aún más personas de lengua árabe. Pero en la práctica, una enseñanza en árabe pide una vigilancia particular. En otros términos, la ciudad debería adoptar medidas con el fin de volver el KGIA aceptable - suprimiendo sus objetivos actuales, alterando completamente su misión, nombrando a un nuevo comité director, designando a nuevos profesores e imponiendo los controles necesarios a niveles educativos y políticos.
Desgraciadamente, las declaraciones del alcalde y el responsable de las escuelas indican claramente que estas medidas no están al orden del día. Así pues, mientras las autoridades de la ciudad mantengan este punto de vista respecto al KGIA, seguiré llamando a rechazar la apertura de la escuela antes de que esté estructurada y supervisada correctamente.

Traducción: Nicolai Nicolaievich Romanov

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