domingo, 18 de noviembre de 2007

De Claudio Molina

Probablemente Ud. tenga muchos proyectos y periódicamente ensaye escenarios acerca de como se encontrará dentro de cinco años o más. Es probable que intente trazar proyecciones para minimizar los riesgos que trae consigo el futuro, con todas sus incertidumbres. Y por supuesto, obrará en consecuencia.
La economía no es ni más ni menos que la ciencia de la escasez. Y esta característica es un gran condicionante de los Gobiernos. Por ello, entre otras cuestiones, se hace necesario la planificación a largo plazo, la que funciona muy bien en los países serios.
El largo plazo es el mundo de lo estratégico. Así como la mayoría de los individuos tratan de imaginárselo, los Gobiernos tienen que anticiparse, estudiando el posicionamiento de un país de cara al futuro.
Si diseñamos un país en el largo plazo, surgirá inmediatamente un escenario de mercado, donde se determinará la oferta y demanda agregada de bienes y servicios, y los agentes económicos (Estado, empresas, individuos, ONG, etc.) interactuando.
En las economías emergentes, la variable inversión es particularmente la que dinamiza más que ninguna otra el sendero a recorrer. Y por ende, nadie puede negar la existencia de mercados globales a la hora de tomar decisiones que involucren a la misma. Desconocer la existencia de costos de oportunidad y de riesgo país (involucrando en este concepto mucho más que lo financiero, por ende, a la seguridad jurídica, al respeto del Estado de derecho, a las garantías individuales, etc.) es propio de un necio.
La soberbia es mala consejera. La historia del Titanic nos deja muchas enseñanzas, recordemos la frase "ni Dios lo puede hundir", al momento de zarpar, o la orden del Capitán frente a los informes metereológicos que indicaban un inusitado aumento de la velocidad de los icebergs cercanos: "Timonel, imponga máxima velocidad", mientras en distintas salas de diversión se disfrutaba de champagne francés con una copa en cada mano...
Hace muchos años que nuestro país se merece una profunda reforma tributaria. No podemos seguir viviendo al día, mirando el corto plazo. El superávit gemelo tal cual está planteado es inconsistente con demandas insatisfechas de sectores claves de la economía: La salud y la eduación, por ejemplo. Al respecto, sabía Ud. que si va a un hospital público y necesita operarse con cierta urgencia, no le darán turno en promedio, a menos de seis meses?. Sabía Ud. que los resultados de estudios por imágenes que pueda realizarse en algún establecimiento público puede arrojar resultados ridículos, contrapuestos con los reales?. Probó Ud. de entrar a la escuela pública donde quizás estudió hace algunas décadas y ver el estado en la que se encuentra?. Se imagina cuan capacitado está y cuales son las reales posibilidades de progreso del docente que con mucho esfuerzo trabaja en la escuela pública?... Probablemente su hijo lo esté sufriendo!. Su sorpresa irá en aumento, cuando estos planteos correspondan a algunas provincias del país (lo invito a visitar el NE principalmente)... No podemos soslayar que las rutas están colapsadas...recuerda al Ing. Guillermo Laura y su plan de autopistas?...resulta que nos aplicaron tasas a los combustibles, ahora devenidas en impuestos, que son más honerosas que la propuesta del mencionado profesional, pero de construcción de autopistas...mmmmmm!...probablemente, luego de treinta años de postergaciones, en bastante tiempo más, se inaugure la autopista Rosario - Córdoba....y el resto del país?...bien gracias, que se siga muriendo gente por choques frontales...ah!...me olvidaba, lo invito a viajar en ferrocarril, principalmente por el Gran Buenos Aires, le propongo que se tome el tren de Puente Alsina hasta Aldo Bonzi y combine allí hasta Marinos del Crucero General Belgrano...(si, el Midland que construyeron los ingleses)...seguro que vivirá una experiencia inolvidable, propia del Far West...eso si, por las dudas, no olvide de revisar su seguro de vida, con las instrucciones de ejecución para su familia, porque su regreso es poco pobrable!...
Esto último nos lleva a pensar en la situación de la seguridad y de la justicia...Si se ve en la obligación de hacer un juicio comercial o de familia, si tiene suerte, en una década conocerá el resultado. O se sorprenderá con noticias como la ocurrida la semana que hoy termina, donde resulta que una criatura de dos años fue determinada responsable de un accidente, según la interpretación de un tribunal de alzada de la Capital Federal... Que Dios lo libre!...ojalá nunca tenga que caer en una cárcel...ya que conocerá en vida lo que es el infierno!!!
Si a todo esto le sumamos que el superávit fiscal está fundamentado por dos tributos ultra distorsivos, como son los derechos de exportación y el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios (este último, sería algo así como el mayor Impuesto a los Sellos de la Historia Argentina, creado por Domingo Cavallo). Entonces, no será que el superávit fiscal es algo así como un un velo que tapa realmente necesidades básicas insastifechas de los argentinos, con un impacto más que significativo en el sector más desprotegido de la población?...Mi respuesta Ud. la puede deducir...
Es bueno recordar que "Dólar Alto" es sinónimo de sueldos y jubilaciones bajas. No puedo imaginarme que un sector económico sea competitivo a expensas de una formidable transferencia de ingresos como la que efectuó el sector pasivo desde 2002 a la fecha, o de la confiscación de los recursos de otros sectores. Por citar un ejemplo, lo invito a hacer las cuentas respecto a lo que transfirió el sector pasivo (proveniente de cajas nacionales) al resto de la economía (una buena porción del ajuste, pesa sobre este sector, no lo dude).
Es oportuno que recuerde el artículo 14 de la Constitución Nacional:

"El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: Concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.

El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".

Es muy probable que el sector agropecuario haya asumido como definitivas (por muchos años hacia adelante) a las retenciones. La recaudación por estos tributos, provenientes del complejo oleaginoso, trigo, maíz, etc., superará ampliamente los US$ 7.000 millones. Entonces, sería lógico pensar que en Argentina -que además es el primer productor mundial de alimentos per cápita- no haya más hambre. Si todos esos fondos se destinaran a un fideicomiso para alimentar un programa de alimentación nacional, a favor de los más desprotegidos (auditado correctamente), el hambre en nuestro país debería ser cosa del pasado...temo que esto no ocurra y que simplemente, el aumento de las retenciones vaya a financiar más a la vieja política. Para ejemplo, basta con ver lo que ocurre con la Comunidad Toba en el Chaco...
Y por las dudas, por si Ud. no lo sabía o en respuesta del que piense que quiero volver al pasado, sostengo que la década del noventa, fue la "década perdida", más allá de algunos logros sectoriales particularmente importantes. Sepa también que no soy productor agropecuario ni locador de campos, ni contratista rural, ni tampoco petrolero...
Por otra parte, es bueno recordar que dice el artículo 52 de la Constitución Nacional: "A la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas". Esta cláusula fue establecida en la Constitución del '53 para evitar que la oligarquía de entonces avanzara sobre los derechos del Pueblo, a partir de entonces representado por los Diputados. Se trata de un precepto muy profundo, que analizando el espíritu del legislador, va al centro mismo de la División de Poderes. No puede haber impuestos sin ley y la ley respectiva debe haber comenzado en Diputados. Viva Alberdi!!!. En una extensión más amplia de este concepto, uno puede pensar justamente si fue legítimo que el Congreso haya delegado la facultad de fijar derechos de exportación con tanta libertad al Poder Ejecutivo a través de la Ley 22415, cuando este tributo se ha convertido en uno de los principales ingresos tributarios. Y más aún, cuando las retenciones no se coparticipan y reducen la base de imposición de otros tributos que si se coparticipan, como el Impuesto a las Ganancias.
Vamos ahora a la cuestión del petróleo. Los que me conocen bien saben que pienso que nunca debimos haber vendido YPF. Y frente a la venta de una porción del paquete accionario de esta compañía, por estos tiempos, sostengo que más allá que se trata de una decisión entre privados, sería legítimo dar la posibilidad a todos los argentinos de adquirir el 45% -y no solo el 20 %, vía mercado de valores-. En esto, muy a pesar mío, coincido con Roberto Lavagna (de quien tengo pésimos recuerdos, recordemos que fue uno de los verdugos del proyecto de ley de biocombustibles que había tenido media sanción en el Senado y tuvo mucho que ver con muchas de las imperfecciones de la economía argentina anterior al año 2006).
Creo que la actividad económica del Estado debe ser limitada a sectores estratégicos, y particularmente, el petróleo, es uno de ellos. Sin embargo, la confiscación es un instrumento propio de economías socialistas con ideologías extremas. Establecer retenciones infinitas por encima de un valor de corte -como las establecidas por Resolución 394/07 del Ministerio de Economía (emitida el 15/11/07) se asemeja a una confiscación y no es propio de un Estado de derecho. Se torna prioritario aún más ver la legitimidad de la delegación de facultades al Poder Ejecutivo, por parte de nuestro Congreso, tal cual comentaba antes.
Esto es más grave aún, cuando analizamos lo que está ocurriendo con el sector energético. Con medidas como las recién puestas en práctica, se atenta decididamente contra la inversión. El concepto de costo de oportunidad y la seguridad jurídica están muy afectados. El mismo capital, un inversor puede afectarlo a una operación de Argentina o de otro lugar del mundo. Entonces, el impacto de una medida como la comentada, hay que verlo en el mediano y largo plazo.
Las destilerías de petróleo de Argentina están operando a full. Con el cambio de reglas de juego en las retenciones de naftas y otros derivados (que se suma a las del petróleo crudo), esta actividad también se puede ver muy afectada. Invertir en ampliar refinerías o construir una nueva?....mmmmm!...si a esta inseguridad se le suma que el horizonte de aprovisionamiento de petróleos livianos está muy complicado, no lo veo posible, salvo una patriada!. Debería publicarse el resultado del estudio de consultoría que fue encargado para analizar la factibilidad de construir una destilería nueva...Entonces, vuelve nuevamente el fantasma de la falta de aprovisionamiento de gasoil.
Si proyectamos el consumo de combustibles de los próximos años, el déficit en el abastecimiento de gasoil crecerá significativamente. Y los precios internos cada vez están más desalineados con los internacionales. Temo entonces que la política de subsidios cruzados se torne incontrolable, mientras los cupos de abastecimiento en bocas de expendio, crezcan sostenidamente. Tampoco es constitucional exigir a una empresa que comercialice constantemente a pérdida, bajo el supuesto concepto de defensa del consumidor...
Para no olvidarnos, la Constitución Nacional protege al consumidor exigiendo retribuciones justas, no promueve que se violen otros derechos para justificar mantener planchados los ingresos de la gente.
Anhelo que un día el habitante común comprenda que toda vez que avanzamos sobre los derechos de algún sector de la economía, ponemos en riesgo su propio empleo. Estas palabras me las expresó ayer el Dr. Víctor Trucco y me impactaron. Quizás, si llega ese día, el mismo Pueblo evitará que sus Gobiernos hagan uso arbitrario de sus facultades tributarias.
Y los biocombustibles?...frente a un panorama como el descrito en el mercado interno de combustibles, cada vez es mayor la diferencia teórica de precios. Una vez más se hace necesario reformar la Ley 26.093, la que paradójicamente fomentaba la formación de una oferta en el mercado interno y el desarrollo de pymes. Todavía, de todo esto, bien, gracias!...Desarrollar un negocio en serio, con participación de pymes, requiere estabilidad fiscal, incentivos fiscales en el largo plazo, apoyo de una banca de inversión al estilo del BNDES de Brasil, promoción de la ciencia y tecnología, etc., conceptos todods estos que parecerían ser inalcanzables por esta legislación.
Gracias a Dios la tracción del mercado internacional, viene impulsando un boom de inversiones, el que va consolidando un complejo exportador de biodiesel. Pero tenemos que ser conscientes que sin las políticas activas del Gobierno Nacional, tampoco este sector puede desarrollarse. En la actualidad, la política de subsidios a la exportación de biodiesel implementada implícitamente por EE.UU. ha deprimido seriamente los precios internacionales. Y corremos serios riesgos de perder posiciones en este negocio, si no lo fomentamos. Es una cuestión estratégica para el País: El desarrollo de un gran complejo exportador de biocombustibles traerá enormes beneficios a nuestra economía, al impactar muy favorablemente en los ingresos de distintos sectores.
Para finalizar, estimo que hoy más que nunca el lema de campaña, triunfante en las últimas elecciones presidenciales, "el cambio recién comienza", es necesario que se convierta en realidad, para bien de todos los habitantes de este País. El desafío para el nuevo Gobierno será enorme. Pido a Dios que ilumine a nuestra futura Presidenta y a sus colaboradores más cercanos para que a partir de políticas previsibles, la inversión dinamice nuestra Economía, con un crecimiento real y sostenido (más allá de los dibujos del INDEC), que nos conduzca al desarrollo. El concepto de desarrollo es muchísimo más complejo que el del crecimiento particular de algunos sectores económicos y tiene implícito también y entre otras cuestiones, al de justicia con equidad social, y a la inexistencia de antinomias entre sectores económicos (lamentablemente, se hizo más vigente que nunca el dilema "acero vs. caramelos"). Recién en ese momento, podremos pensar en un país de primer mundo!. Y no importa quien sea el político que lo logre, porque los intereses del País están por encima de las personas.
Saludos cordiales.

Claudio


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