sábado, 28 de febrero de 2009

Stauffenberg no quería establecer una democracia liberal

Stauffenberg no quería establecer una democracia liberal




La Segunda Guerra Mundial adquirió su carácter destructor a partir del verano de 1944, cuando la certeza de la derrota del III Reich, atacado en dos frentes por la URSS y los anglosajones, enloqueció a los jefes nazis. Después del éxito del desembarco de Normandía (6 de junio de 1944), los militares profesionales, una clase despreciada por los nacionalsocialistas, sabían que la rendición era la única posibilidad de salvar Alemania de la aniquilación.
Desde que Adolf Hitler ascendió democráticamente al poder y empezó a construir su régimen totalitario, grupos de derechas se unieron en una conspiración contra su poder, que consideraban diabólico. El coronel Claus von Stauffenberg, nacido en una familia aristocrática, de raíces católicas y de tradición militar, se adhirió al complot a mediados de la guerra. Él fue el encargado de matar al Führer con una bomba en una reunión militar en la que ambos coincidirían.

En Valkiria: la conspiración para matar a Hitler, una apasionante biografía de Von Stauffenberg, su autor, el alemán Peter Steinbach, aporta un documento muy curioso: los objetivos políticos de los Claus von Stauffenberg y de su hermano Berthold. Éstos no pretendían restaurar la República de Weimar y su partitocracia, sino establecer un régimen corporativo, que nada tenía que ver con la “democracia liberal”.

Dos de los puntos del juramento rezan así:

Nosotros (…) despreciamos la mentira de la igualdad e inclinamos nuestra cabeza ante los rangos establecidos por la naturaleza.

Nosotros queremos unos dirigentes que, brotando de todas las capas del pueblo y unidos a los poderes divinos, precedan a los demás con su gran sentido, disciplina y sacrificio.


Mientras muchos alemanes adoptaban la postura cómoda de esperar a ver qué ocurría y se amparaban en el lema de que las órdenes se cumplen sin vacilar, Von Stauffenberg y los demás conjurados pusieron su conciencia por encima de las leyes y de su bienestar.

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