sábado, 19 de abril de 2008

Energía suficiente y barata, base para el desarrollo …

Energía suficiente y barata, base para el desarrollo …



La energía es fundamental para el desarrollo de una nación, sin energía un país no puede crecer. Además de suficiente, la energía debe tener un costo accesible, con el objetivo de apoyar a que se consolide la competitividad de las empresas.

La actual matriz energética dista mucho de atender las necesidades presentes y futuras del país y lo que es peor aún, no hay un plan coherente que nos lleve a resolver este urgente tema nacional.

No se toman medidas que sirvan para impulsar grandes proyectos que tengan origen público y privado, no hay preocupación alguna en agilizar la implementación de soluciones que resuelvan lo que ya se perfila como una crisis energética de dimensiones catastróficas.

Se habla mucho y se hace poco, los proyectos del gobierno son barriles sin fondo que han llevado a perder millones de dólares (dólares que hacen más falta en el tema de seguridad y en la infraestructura carcelaria).

Las áreas gubernamentales dedicadas al tema de la energía, a administrarla y producirla, son juez y parte en este gran problema. No quieren abandonar su posición de control absoluto, aunque esto implique volver a las épocas del racionamiento energético, los cortes planeados y la limitación del uso vehicular, como ya sufrimos hace muchos años atrás.

Todo esto como antesala del desplome productivo que sufriría el país, al paralizar a la industria y al agro por falta de un flujo continúo de combustibles y energía eléctrica.

Tenemos al lado un gran ejemplo (Brasil) de cómo hacer las cosas, pero nadie parece servirnos de ejemplo, aunque se trate de temas estratégicos y fundamentales para el país, donde no podemos admitir fallar, eso no importa y nuevamente queremos hacer las cosas a la uruguaya y así también es como nos va.

Se tiene también el ejemplo de Holanda, que a pesar de su tamaño y sin contar con la mejor ubicación geográfica y condición climática, produce tecnología de punta para la producción de Biodiesel y energías alternas.

Se ha dicho que en el país hay petróleo, luego se dice que no, que se esta analizando o que se esta buscando. Todo esto es solo un tímido y mediocre esfuerzo que solo significa gasto y cero resultado.

Apuesto doble contra sencillo que seguro hay petróleo en Uruguay, los primeros pasos que urgen dar son: hacer un esfuerzo serio en su búsqueda, principalmente en la costa atlántica y quitarse el trauma existencial de que somos chiquitos o que dios nos castigo y por eso no tenemos petróleo.

En la costa atlántica uruguaya, es casi un hecho que se puede encontrar suficiente petróleo para abastecer al país al menos por los próximos 50 años. Esto daría el tiempo suficiente para avanzar y lograr el cambio de la actual matriz, a una matriz energética sustentable.

Se encuentre o no petróleo, la solución al tema energético tiene un camino largo, el mundo en general esta trabajando en dejar de usar el petróleo, por esa razón es urgente legislar, financiar y apoyar fiscalmente el desarrollo de una industria nacional de generación de combustibles y energía eléctrica con base en la sustentabilidad.

Una gran limitante es que no se cuenta con suficiente personal técnico especializado para la implementación y el manejo de energías alternas, así como para desarrollar tecnologías y productos de origen nacional. Este es uno de los principales cuellos de botella, para hacer realidad un proyecto de un Uruguay energéticamente sustentable e independiente.

Aquí es donde se necesita de forma urgente crear una oferta educativa que prepare a los futuros técnicos en energías renovables, que apoye la investigación y motive a los jóvenes talentos uruguayos a encontrar el camino hacia estas oportunidades de futuro.

Si no hay técnicos que tengan los conocimientos adecuados, solo se pueden esperar dos escenarios: se seguirá dependiendo del petróleo hasta que se acabe el suministro del mismo o las oportunidades de negocio y la velocidad con que se implemente el urgente cambio que requiere el país, quedará irremediablemente sujeto a las decisiones y acciones de empresas extranjeras.

El gobierno ya no puede seguir siendo juez y parte, el país debe de dejar de ser rehén de los señores que hoy controlan las energías, que solo les preocupa su cómodo puesto en el sector público y sus intereses particulares de grupo.

La función del gobierno debe ser homologar, normalizar y controlar la generación de energía, como objetivo principal, además de competir en igualdad de condiciones con el sector privado.

El cambio tecnológico y de tendencias en el sector energético, esta llevando a repetir un escenario similar al del sector comunicaciones, ahora solo falta que el gobierno sepa hacerse a un lado y compartir el mercado con el sector privado.

Se requiere hacer el mismo proceso que con las comunicaciones, pero con mayor alcance e impulsando un plan más ambicioso que tenga como meta democratizar la producción de energía, permitiendo el reparto de riqueza entre grandes, medianos y pequeños productores de combustibles y electricidad de fuentes sustentables. Llevando de esta manera el máximo de beneficios al ciudadano en general y al sector productivo en particular.

Seguro van a surgir los detractores que dirán que nos vamos a quedar sin comida o que el precio de esta va a ser impagable por muchos. Ese es un problema real, pero que tiene solución, no fácil solución, pero si tiene solución si adicionamos algo de cerebro.

Hay que recordar que somos 3.5 millones, no somos 45 o 50 millones de habitantes, el país tiene suficiente espacio para producir comida para todos, compartiendo el espacio con los biocombustibles.

Quizás exportemos menos que hoy día, pero esto se puede compensar con los dólares que hoy usamos para comprar petróleo y que se van a bolsillos extranjeros: Con el cambio a energías renovables derivadas del agro, estos mismos dólares se irán a la bolsa de los productores agrícolas nacionales que abastezcan de insumos al nuevo sector energético.

Hay alternativas de cultivos que se pueden realizar en tierras marginales que hoy no sirven para nada, como el caso de la Jatropha Curcas, que produce casi el doble de aceite que la mayoría de los cultivos tradicionales (maíz, Soja, Girasol, Canola, etc.), llega sin problemas a los 1800 litros por hectárea, se planta una sola vez y dura al menos 25 años produciendo.

Solo se requiere trabajar en la adaptación de esta planta a las condiciones del clima uruguayo, en Argentina llevan tiempo trabajando en esta adaptación y hay plantas que han soportado fríos de hasta -2C sin mayores problemas.

El problema mayor que podemos enfrentar como sociedad, es el quedarnos sin suficiente energía o a un costo inalcanzable, si no hay energía barata o suficiente, tampoco se tendrán los medios para producir comida, conservarla, transportarla y regresaremos a la edad de piedra. Si la gran preocupación es garantizar la comida para todos, el tema del combustible es vital para poder hacerlo.

Hoy día el uruguayo que vive en el interior del país, ya esta pagando un sobreprecio por el traslado del alimento hasta su alcance. Son ciudadanos que se ven afectados por el precio actual del combustible y la energía, esa es una de las tantas razones fundamentales por lo que necesitamos procurarnos energía barata y no contaminante. Con esto podremos reducir la incidencia del precio de los combustibles en los precios finales de nuestra alimentación (producción, conservación, traslado y comercialización).

El tema de la energía nuclear es demasiado polémico y hay otras opciones que aunque son menos eficientes y baratas, están acompañadas de menos tabúes y peligros probables, las alternativas no nucleares son un camino para empezar a cambiar de rumbo y el tiempo nos llevara al aprovechamiento de otras tecnologías que a futuro llegarán.

Indudablemente la meta principal es encontrar el camino más viable para cambiar la matriz energética del país, con suficiente tiempo para evitar llegar al fondo del abismo.